sábado, 10 de octubre de 2015

Lecturas del XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario 11 de octubre de 2015

PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA 7, 7-11
Supliqué y se me concedió la prudencia, invoqué y vino a mí el espíritu de la sabiduría. La preferí a cetros y a tronos, y en su comparación tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro a su lado es un poco de arena y junto a ella la plata vale lo que el barro. La preferí a la salud y a la
belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella, me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 89
R.- SÁCIANOS DE TU MISERICORDIA, SEÑOR Y TODA NUESTRA VIDA SERÁ ALEGRÍA
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R.-

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo;
danos alegría por los días en que nos afligiste,
por los años que sufrimos desdichas. R.-

Que tus siervos vean tu acción
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.


SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DE LOS HEBREOS 4, 12-13
La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada; todo está patente y descubierto a los ojos de Aquel a quien hemos de rendir cuentas.
Palabra de Dios

ALELUYA Mt 5, 3
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos


EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 10,17-30
En aquel tiempo, cuando Jesús salía al camino se le acercó uno corriendo, se arrodillo y le preguntó:
-- Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Jesús le contestó:
-- ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.
Él replicó:
-- Maestro, todo esto lo he cumplido desde pequeño.
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo a sus discípulos:
-- Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, da el dinero a los pobres --así tendrás un tesoro en el cielo--, y luego sígueme.
A estas palabras él frunció el ceño y se marcho pesaroso porque era muy rico.
Jesús mirando alrededor, dijo:
-- ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió:
-- Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.
Ellos se espantaron y comentaban:
-- Entonces, ¿quién puede salvarse?
Jesús se les quedó mirando y les dijo:
-- Es imposible para los hombres no para Dios. Dios lo puede todo.
Pedro se puso a decirle:
-- Ya ves que nosotros lo hemos dejado y te hemos seguido.
Jesús dijo:
-- Os aseguro, que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más --casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones--, y en la edad futura la vida eterna.
Palabra del Señor

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